Conversación entre un mono y una lagartija.

Mono : ¿a quién vas a votar tú?
Lagartija : no tengo ni idea, según me de
Mono : yo creo que votaré a Rajoy
Lagartija : a mi desde que aquellos chavales me cortaron la cola que me da como igual, ¿sabes?
Mono : si a mi me cortaran la cola seguro que me volvía escéptico como tú
Lagartija : no, entonces votarías a Zapatero
Mono : ¿por qué?
Lagartija : porqué era domingo,
Mono : desde que te la cortaron que ya no eres la misma
Lagartija : todavía sigue allí retorciéndose sin parar la muy hija de puta
Mono : lo dicho, votaré a Rajoy
Lagartija : eso lo dices porque no te han cortado la cola

Divagaciones I

Como en un momento puedes perder la perspectiva, verte desde arriba, desde cientos de kilómetros, no como una individualidad, sino como una pequeña parte del todo, ya no estás dentro de ti, estás fuera, completamente fuera, y perdiendo todo conciencia de ti mismo ya no existe el egoismo, porque tú ya no existes. Se trata de difuminarse, de quitarse importancia, de no permitir que este pequeño intervalo de tiempo que es nuestra vida nos permita pensar que somos algo mas que polvo y esperma.

Y es el hecho de que el esperma que dejamos aquí, como inútil pretensión de eternidad, no lleve marcadas a fuego nuestras experiencias, nuestras vivencias y sufrimientos, lo que hace que el ciclo se repita una y otra vez. El fracaso mas grande de la gran madre naturaleza para con nosotros, condenados a sufrir siempre las mismas historias y cometer los mismos errores.

Con la conciencia individual como lacra ineludible, con el egoismo insertado justo al lado del corazón y en nuestra propia naturaleza de seres humanos se me viene a la cabeza esta imagen pesimista de lo que somos y un negro destino final. Ya cada vez compensan menos esas pequeñas elevaciones, pequeños momentos de comprensión que se olvidan en un segundo y no se pueden expresar con palabras.

Mi fe me salvará (o falsa fe parte III)

Sus padres no tuvieron con él ningún cuidado, simplemente lo trajeron a este mundo, le abrieron la puerta y le dieron con ella en las narices. No, no es que le faltara de nada, pero se desentendieron de sus principales preocupaciones, siguieron con su vida como si la habitación del fondo estuviera habitada por algún ser que de vez en cuando vagabundeaba por la mesa de la cocina. No, tampoco fue algo premeditado, con lo que no pudo achacárles maldad alguna, eran así, y le creaban una infelicidad, un vacío que año tras año resultaba mas difícil llenar, hasta que un día encontró a Dios. Y a las drogas.

Sus padres no le querían, pero el rezaba, y se sentía mejor. Desde que comenzó con los porros se sentía culpable, pero el rezaba, y se reconfortaba. Por supuesto enseguida pasó a la coca y finalmente a la heroína pasando toda una seríe de medicinas alucinógenas trapicheadas en farmacias de guardia, pero el rezaba y era como un bálsamo para su conciencia.

Pronto las deudas lo dejaron en situación peligrosa para su vida, pensó en pedirle dinero a sus padres, pero recordó, no le querían, penso en pegarse un chute, pero claro, nadie le quería fiar, pensó en rezar, y se sintió mejor ... aunque de todos modos había que pagar la deuda y al final se arregló con un viajecito desde Colombia con un maletín del que no tenía que hacer preguntas. Todo fue bien, en Colombia consiguió mantener la calma y se sintió aliviado, pero decidió no dar gracias a Dios hasta haber pasado todo el trago entero. En Madrid la cosa no iba a ser muy diferente, un pequeño cacheo, dos o tres preguntas y para fuera de la terminal, dónde todo habría terminado.

Y a punto estuvo de terminar bien ... lástima que lo vieran, por el rabillo del ojo, como se santiguaba al abrirse las puertas automáticas dando las gracias a Dios.

A propósito de Zaplana y de la importancia de ganar.

¡Lo importante es ganar ! Me sorprende como una frase soltada así, como quien no quiere la cosa, puede provocar en mi un sentimiento equiparable a la mirada de Rayos X de Superman, es como si le hubiera visto el alma misma, un alma mezquina, es como si le hubiera retratado y hubiera conseguido mostrar la cola por debajo del pantalón, los cuernos en la coronilla y el tridente en la mano. ¡Menudo golfo! Siempre me había rondado por la cabeza la idea que los políticos piensan que somos estúpidos, ciudadanos aborregados a los que manejar, de un tiempo a esta parte estoy totalmente convencido.

¡!Pero bueno ...!!, ¿dónde queda la vocación de servicio público? ¿el querer cambiar las cosas? ¿el ganarse la confianza de la gente?¿dónde están las ganas de representar al pueblo? No me referiré a la erótica del poder, creo que es algo mas oscuro, mas alagartado, es querer conseguir el poder por el poder.

El tío la suelta y se queda tan ancho, total, ¿quién va a pararse 2 segundos a analizarla?, y es que me parece gravísima, es del tipo de frase como la que dijo Aznar visitando a su amigo George W. Bush : “Estamos trabajando en ello ...”, frase sobre la cual no voy a hacer ningún comentario, aunque os diré que se me siguen poniendo los pelos como escarpias cada vez que la oigo. Os lo pongo aquí al lado por si alguien quiere recrearse.

Pero volviendo al tonto de Zaplana os propongo que me enviéis este tipo de frases para formar un corolario a modo de retrato de estos personajillos que tanto nos alegran el día, y que nos hace sentir orgullosos de nuestra clase política, aunque por lo menos ya quedó claro para que está Zaplana en política ...

Viajar en el tiempo

Tarde en el tiempo pero pronto en la memoria. Morella ..., que ciudad ...!! a partir de ahora será la ciudad de "la noticia", y es que vamos a tener pronto entre nosotros un "caraxito/a", que aunque me las dé de mago adivinador..., quien sabe que fabuloso/a criatura nos deparará el futuro, así que una vez mas ...

FELICIDADES !!,

a los dos creadores de vida, hacedores mágicos de futuros prometedores, escultores de corazones ya latientes, guardianes y custodios del secreto de la semilla que os hará perdurar en esta tierra por los siglos de los siglos, subidores de escaleras y avanzadilla de nuestros próximos, exploradores de países interiores que nos gritarán en un futuro no muy lejano, y nos señalarán la senda que hemos de seguir o por lo menos donde están las piedras que nos harían caer.

En otra ocasión ya os hablaré de Morella ...