9 de febrero de 2009

Ésto no va bien.

Éste se siente perdido, por si no fuera poco la descolocación que supone la pérdida de la situación espacio-temporal, vienen a añadirse a la desoladora, y por otra parte tediosa, sin razón diaria, la tristeza subyacente en cualquier resquicio de cordura. No tiene por qué significar nada en especial, quizás sólo se trata de momentos valle, o quizás se trate más bien de la cruda realidad, a la que hay que adaptarse sin solución de continuidad si no quieres ser devorado y ser conducido directamente a la auto destrucción.

Desde que llegué a estos momentos mi postura natural ha sido adoptar una especie de escepticismo banal frente a todo, que por ser nuevo, ha sido asimilado en una manera singular, singular no en cuanto a diferente, si no especial, y no por ser diferente, si no superfluo, como el aire ...

En fin, corren malos tiempos para todos, pero de quien viene directamente del más terrible y angustioso de los infiernos, puede esperarse algo más que lloros y pataletas, más comunes, por otra parte, de los que nunca sienten la consciencia, ¿para qué pedir peras al olmo? es la guerra de lo inevitable, la que nunca puede ganarse.