12 de septiembre de 2008

La dignidad

Que sencillo es perder la dignidad en los hospitales, no en un sentido negativo, en definitiva estás allí para que te sanen, pero al ponerte en manos de personas demasiado acostumbradas a realizar tareas que para los pacientes no son rutinarias, puede resultar como mínimo, incómodo, por no decir otra cosa dependiendo de los motivos que te han llevado allí.

Aquí me tenéis a punto para realizarme una rectoscopia, el peor mal trago que he tenido que pasar en mi, hasta ahora, relativamente cómoda existencia.


Por cierto ..., todo fue bien.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene razón, muchas veces las tareas rutinarias nos hacen perder el alcance de lo que hacemos.

Nunca han visto como cogen a los bebes las enfermeras???

Por cierto bonitos pies!!!!

Mario Lorenz dijo...

Siempre he pensado que son mi parte mas sexy !!!