Desde que me interesé por primera vez por el mundo de los blogs, cosa que por otra parte ya fue muy posterior a su boom, y desde luego antes de que me decidiera a crear el mío propio sin esperanzas declaradas de convertirse en nada especial, he venido notando la formación de pequeños mundos cerrados, incluso en pretendidos espacios de libertad en los que explícitamente se invita a cualquiera a dejar su opinión.
Pequeños-grandes blogs en los que de alguna manera se hace una selección de las personas bienvenidas o no. En estos blogs ya se supone el tipo de comentarios, su linea ideológica o su opinión, y cualquiera que se salga de ahí va a ser amablemente expulsado o va a acabar harto de su presupuesta apertura ideológica, que al final no es mas que una máscara que les permite mantener su círculo y no escuchar ideas "ajenas" que puedan poner en duda ideas pre-concebidas sean de la índole que sean. Quede claro que dejo los TROLLS aparte, que cada uno los defina como quiera.
Si uno pasa por ahí, y por el motivo que sea un post le parece interesante y se decide a dejar un comentario mas vale que te cojan confesao si no aciertas a dar con la "linea editorial", tú te dedicas a dar tu opinión, probablemente sean ideas frescas ya que no estás "contaminado", o no, da igual, y pueden llegar a tratarte de cualquier cosa, desde facha a comunista, de científico loco a troglodita, ... Y todo por una opinión al vuelo, 4-5-6- ... líneas, pero si señores ..., NO ME CONOCEN !!!! Que piense que Zapatero es un mentiroso no quita que piense que Aznar es un cabrón (o viceversa), que esté en contra de que el hombre llegue a Marte no significa que me haya convertido en el inquisidor mayor del reino empeñado en impedir el desarrollo humano, espérense un poco, por favor, a formarse una opinión y emitir un juicio, y luego háganlo con respeto.
Y es que hay quien no puede comprender lo que significa el pensamiento único, y como luchar contra él, se les llena la boca de palabras de libertad, de respeto, de tolerancia, por supuesto, siempre que no se les lleve la contraria. La tolerancia es una palabra muy grande y que sólo está al alcance de unos pocos, que se lo pregunten a Ernest Lluch.