21 de agosto de 2008

La "buena" herencia de la esclavitud.

Satisface ver como de uno de las mayores barbaridades cometidas por el hombre, la esclavitud y la posterior segregación, se llega al mas-que-exagerado orgullo patrio norteamericano, se les reconoce a los negros su fortaleza física y mental, re-introduciéndoles en su sistema ya como ganadores.


No se si ellos mismos son conscientes de sus orígenes, de como sus antepasados llegaron al país que ahora les aclama, de cual es su herencia. Creo que la mayoría de ellos, como es de ley, lo han debido olvidar embriagados por los laureles del triunfo. Porque es de ley reinventarse y adaptarse, nuestra corta vida no nos permite transmitir nuestros recuerdos y vivencias a nuestra descendencia, gran error, así nos va ..., condenados a cometer siempre los mismos errores.

Si hubieran heredado el recuerdo de la barbarie que sufrieron dudo mucho que sintieran ningún orgullo por la bandera que ahora veneran, ni por ninguna otra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Tú te crees que todos los afroamericanos son deportistas de élite? ¿Crees que la mayoría de ellos puede vivir en ese país sintiéndose héroes? ¿Crees que puede haber alguno de ellos que no haya sentido nunca en su vida el racismo de cualquier estadounidense blanco?

No creo que se hayan olvidado de como se trató a sus antepasados, incluso a sus propios abuelos, no hay que ir tan lejos. Pero lo que no pueden hacer es vivir siempre con eso en la cabeza. Por suerte ya ha pasado, y hay que seguir hacia delante, dejando el pasado en el lugar que le corresponde.

Mario Lorenz dijo...

No le falta a usted razón, Sr. Ariza, aunque yo si que creo que se han olvidado, y comprendo que es ley de vida, todos lo hacemos para seguir adelante, pero el hecho que me parece clave (y utilizo la esclavitud sólo como ejemplo) es que ese olvido nos lleva otra vez al inicio del problema, a volver a cometer los mismos errores. Lo que me hace pensar a mi, lo que me trae de cabeza, es el motivo por el que la naturaleza no nos ha permitido poder transmitir nuestros conocimientos y vivencias a nuestra descendencia. Con toda humildad yo pienso que aquí se equivocó y nos condenó a cometer siempre los mismos errores, a ser una especie cíclica.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.