3 de diciembre de 2022

Controversias científico-técnicas en la wikipedia. Energía nuclear

 

Versiones analizadas:

-        Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Energ%C3%ADa_nuclear

-        Vikipèdia: https://ca.wikipedia.org/wiki/Energia_nuclear#Seguretat_nuclear

 

Comenzaré el análisis de la versión española de la Wikipedia según el modelo SCOTT analizando los principales grupos sociales relevantes (GSR) que intervienen en la controversia. En un primer grupo podríamos incluir a los propietarios de las centrales nucleares; en el caso de España sería un grupo muy pequeño, ya que sólo existen 3 empresas propietarias[1] (Iberdrola, Endesa y Naturgy) de las 5 centrales nucleares (7 reactores) que existen en todo el territorio nacional. Las 3 compañías cotizan desde hace años en el IBEX 35. Un segundo y tercer GSR estaría compuesto, respectivamente, por quienes están a favor y en contra del uso de la energía nuclear. Me atrevería a añadir un cuarto GSR, compuesto por colectivos en contra de la energía nuclear específicamente localizados en zonas próximas a las centrales nucleares, y un quinto que estaría conformado por el estado que debe regular su uso.

El GSR 1 entiende la energía nuclear como un modo de ganar dinero. El GSR 2, a grandes rasgos, entiende la energía nuclear como un sistema de generar energía barata, limpia y segura. El GSR 3 asignaría a la energía nuclear valores contrarios: cara, contaminante y peligrosa. El GSR 4 compartiría el significado que de la energía nuclear tiene el GSR 3, con el añadido de un mayor activismo en su contra por razones obvias de proximidad al peligro que entienden suponen las centrales nucleares. El GSR 5 debería entender la energía nuclear como un problema a resolver en función de las opiniones de los GSRR 2, 3 y (especialmente) 4, además de conjugarlo con opiniones técnicamente objetivas para evaluar la relación riesgo/beneficio. La realidad es, a mi entender, que el GSR 1 ejerce también una grandísima presión sobre el 5, entre otras maneras, a través del GSR 2, y es que tal como nos indica el profesor Aibar[2]:” en la mayoría de controversias públicas es posible encontrar científicos en los distintos lados de la contienda”, por lo que se hace evidente quien dispone de más capacidad de encontrar científicos para su causa.

Es manifiesto que la controversia sobre la energía nuclear dista mucho de ser clausurada y que su estabilización es complicada, al tratarse de una solución binaria: energía nuclear sí o no. Sólo Alemania parece estar cerca de esa clausura – tienen prevista la desconexión de este tipo de energía para el año 2022 – aunque seguirá abierto el debate sobre cómo gestionar los residuos nucleares.

Siguiendo la teoría del actor-red, podríamos definir algunos actantes como el uranio, el operador de panel en la central nuclear, la radioactividad, el ecologista, las grandes torres de refrigeración, el hijo del vecino del pueblo de al lado de la central, el guardia de seguridad, los medios de comunicación, el sueldo del CEO de Iberdrola, el control de acceso a la central nuclear, el cáncer, …   

Las traducciones de Latour juegan un papel clave en esta controversia, veámoslo con un ejemplo desde el punto de vista de los que están a favor de la energía nuclear: bienestar humano = comodidades = uso aparatos eléctricos = energía barata = energía nuclear.

Una central nuclear es, en sí misma, una caja negra. Cómo pasamos del uranio extraído de una mina en Husab (Namibia), a calentar la leche en el microondas de nuestra cocina, es un misterio sobre el que resulta imposible, para el común de los mortales, hacerse una idea. Buena prueba de ello son las dos versiones analizadas de la Wikipedia, que se dedican principalmente a explicar de manera bastante simple – parece ser – los mecanismos técnicos y científicos que entran en juego. Sin mucho éxito, hay que decirlo, en mi caso, aunque sí con una falsa sensación – y eso es lo más peligroso – de haber entendido algo.

Sólo la versión española contiene un punto específico sobre las controversias alrededor de la energía nuclear, aunque supone únicamente unas 400 palabras sobre las 16.000 que componen el artículo, es decir, dedica a la discrepancia alrededor del 2,5% del mismo. Además, la versión española solicita – curiosamente sólo para la enumeración de las desventajas – referencias que aparezcan en una publicación acreditada, hecho que he tratado de remediar muy humildemente como explicaré a continuación. 

La versión catalana no incluye ninguna mención a la controversia ni contiene ninguna conexión con el artículo independiente que sí hace referencia a la misma[3], aunque es importante mencionar que en este artículo sí se incluyen numerosas referencias bibliográficas acreditadas en la enumeración de las desventajas. Lo mismo que en la versión española de las controversias sobre la energía nuclear[4], mucho más completa que la catalana y con conexión directa en el artículo principal sobre energía nuclear. Ambos artículos ofrecen una perspectiva completamente determinista de la controversia en cuestión, es por eso que me he permitido realizar una pequeña contribución en las desventajas de la versión española Wikipedia que permita aportar una pequeña visión constructivista.

El artículo analizado tiene una gran variedad de fuentes y multitud de referencias bibliográficas, la inmensa mayoría de ellos orientados, aparentemente, a simplificar un tema que, en mi opinión, difícilmente puede ser sintetizado, como ya he mencionado anteriormente, y a tratar la energía nuclear como algo neutro. Fórmulas matemáticas de imposible comprensión, eminentes genios científicos con nombres que a todos nos suenan que ofrecen, en conjunto, la apariencia de tenerlo todo bajo control, pero que dejan un espacio muy reducido – prácticamente inexistente, diría yo – para el debate y el pensamiento crítico acerca de una tecnología para la que nadie nos preguntó y de la que parece (o no) que dependemos de manera irremediable.




[2] Eduard Aibar, Cultura tecnológica: estudios sobre ciencia, tecnología y sociedad (Barcelona: ICE Universitat de Barcelona, 2002), p. 112.

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